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COMPRENDIENDO Y SUPERANDO LOS DEFECTOS DE PINTURA


"El punto destacado aquí es la pintura KTL. Se resaltan los pasos básicos para la buena utilización de esta tecnología: control operacional del sistema, mantenimiento preventivo de los equipos y todas las etapas del proceso controladas."

Los actuales requisitos de desempeño para la pin­tura industrial de un determinado artículo, sea éste un automóvil clase A o simple­mente una pequeña pieza escon­dida o recubierta en un compo­nente adicional, han obligado a los usuarios de pintura industrial a superar enormes desafíos. Están estos involucrados en una batalla feroz y silenciosa donde solamente sobre­viven, sin grandes perjuicios, los más fuertes y capaces. En relación a la pintura por electrodeposición catódica, denominada en este artículo con la sigla KTL, tengo el orgullo y la satisfacción de afirmar que inicié esta tecnología en Brasil allá por abril de 1977 con Renner, al proveer este tipo de pintura, innovadora en la época, a la planta Ford de São Bernardo do Campo.

Asimismo, esta montadora y unidad brasileña fue una de las primeras empresas en el mundo en utilizarla para pintar carrocerías de automotores, tornando este camino, hasta el presente, una gigantesca aventura, que culmino con la realidad de hoy, donde la totalidad de los vehícu­los en el mundo es protegida por este fantástico revestimiento

De carrocerías automotrices se pasó a recubrir con KTL autopartes, electrodomésticos y máquinas agrí­colas, y el uso en la actualidad es universal para un gran número de artículos de consumo. Desarrollado para ser un "fondo anticorrosivo preparador para una terminación definitiva", cumple plenamente con estos objeti­vos, habiendo acorralado a la corrosión en un punto seguro y vigilado. Sus propiedades protectoras son sumamente elevadas, a punto tal de haber hecho que el famoso ensayo de corrosión salina sea, hoy, apenas uno de los agresores escogidos de una serie de en­sayos conjuntos denominados Ciclo Mixto.

Sin embargo, del concepto inicial de ser un extraordinario fondo anticorrosivo, se pasó a exigir de él el desempeño de una película de acabamiento libre de cualquier tipo de defecto, siendo inclusive obligado a encubrir los originados en el substrato.

Como todos saben, el KTL es un proceso de deposición eléctrica, y por tanto tiende a acompañar la rugosidad y las imperfecciones del substrato.

Los investigadores continúan agregando en sus fórmulas agentes niveladores y de protección de bordes, aunque con resultados apenas razonables, debido a la baja película de pintura aplicada, de entre 20 y 30 |jm, y a la limitada utilización de solventes orgánicos, a fin de man­tener el VOC próximo a cero. Como consecuencia de esto, la incorrecta interpretación de lo que es un defecto o una apariencia no admisible de la película de KTL "lleva a graves pérdidas en toda la cadena productiva". Por tanto, sugiero a todos los amigos responsables por la Calidad que revisen los conceptos y especificaciones adecuándolos a lo que esta pintura tiene la real capacidad de atender, sin exageraciones.

De esta forma, se hace oportuno citar, a continuación, algunas de las técnicas para mejor identificación y solución de los reales defectos de esta pintura:

  1. Identificación: Cuál es el tipo de defecto y si está diseminado por todas las piezas.
  2. Localización: ¿Está restricto a una parte específica de la pieza o es generalizado?
  3. Aislar el problema: Análisis críti­co de donde se origina el mismo.
  4. Periodicidad: ¿Cuándo y cómo el defecto ocurre?
  5. Duración: ¿El defecto es continuo o esporádico?
  6. Severidad: ¿El problema ocasiona la pérdida de las propiedades y uso de la pieza?
  7. Costos: ¿El trabajo repetido de la pieza causa una pérdida mayor en re­lación al defecto en si?

Una vez respondidas estas cuestiones, quedarán más claras las acciones a tomar, en el caso de real­mente definirse como siendo un defecto de pintura. Recuerdo que una técnica bas­tante antigua y muy eficiente que utilizo mucho para identificar, so­lucionar el problema y mantener las acciones tomadas aún es la del PDCA. De esta manera, como ya fue discutido antes, la actual fase en la tecnología del KTL acepta diversos desafíos, pero exige algunas condiciones mínimas de preparación de la pieza, además del mantenimiento de las mejores condiciones de proceso. Se tornaría muy extenso describir en profundidad todas las variables, aunque me gustaría enumerar las que recuerdo en este momento como las más significativas.

Pido, sin embargo, permiso y cuento con la comprensión de los es­pecialistas para citarlas, puesto que luego de muchas décadas de uso de esta tecnología, existen profesionales reno­mbrados en la operación de este sistema de pintura, capaces de atender a las más severas exigencias a que esta tecnología está sujeta, sin esta que es mi pequeña contribución:

  1. Es fundamental analizar cómo la pieza llega al sector de pintura: óxidos de hierro; oleamiento deficiente; oxidación en general; salpicaduras de soldadura; trabajo reiterado y deficiente en el metal; rebordes que rayan la pintura final; tipo no adecuado de rack utilizado; etc., entre otras faltas de conformidad.
  2. Uno de los puntos más críticos, si no el más importante de todos, es el tipo de ganchos y fijación de la pieza a ella, conduciéndola a las etapas de fosfatización y pintura. La gran mayoría de los defectos ocurre en la mala elección del soporte y de posicionamiento de las piezas. Marcas de contacto entre piezas; salpicaduras; escurrimientos; trans­ferencia de las soluciones a otras etapas; borras de productos químicos; hervor; fallas de contacto; espesor de pintura deficiente y no uniforme; estrías de fosfato; mal lavado; cura deficiente; etc. podrán originarse en esta etapa.
  3. Es fundamental el control químico del sistema de fosfatización y KTL, habiendo sido discu­tidos en artículos anteriores. No obstante, reforzamos que es fundamental mantener los parámetros constantes, tales como tempera­tura y circulación de los líquidos; filtrado y composición química, tiempos de proceso, caudal de ultrafiltros, etc.
  4. El proceso de cura es un punto a ser muy bien controlado, ya que una estufa mal regulada, además de generar un gasto innecesario de energía, puede llevar a diver­sos defectos, siendo el peor y "silencioso" la cura deficiente, que sólo será notada cuando la pieza fuere expuesta a la solicitación durante el uso del producto pin­tado. Como sabemos, el KLT no permite notar muy claramente diferencias entre una pieza bien o mal curada.
  5. La parte final y también factible de generar problemas está en la operación de descarga de la pieza, inspección, embalaje y transporte, donde los incorrectos manejos y acondicionamien­tos podrán generar defectos y la subsiguiente insatisfacción del cliente final. Concluyendo, este es el proceso de pintura industrial sobre metal más confiable y de menor relación costo/ beneficio que conozco y si segui­mos los tres pasos maestros para la buena utilización de esta tecnología, esto es, control operacional del siste­ma; mantenimiento preventivo de los equipos y todas las etapas del proceso controladas, sumados al constante entrenamiento e informa­ción a todos aquellos involucrados, veremos sus problemas y noches de mal sueño reducidos al nivel de lo soportable.


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Nilo Martire Neto
Eritram Paint Consultancy
 
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